PENA-UMBRA
Por Nekromantik
luz
sin límite está omnipresente en él. Pero su exterior es una sombra
a la
que llaman oscuridad. A partir de ella una potencia se manifestó
sobre
la oscuridad. A esta sombra las potencias que vinieron después
le
llamaron «caos infinito». Todo tipo de divinidad fluyó de este caos
con
el lugar entero, de forma que también la sombra vino después de
la
primera obra. En el abismo se manifestó a partir de la Pistis.”
Sobre el origen del mundo.
Falsum lucem
Abro los ojos
lentamente. El acto mismo ha requerido un esfuerzo que me ha llevado a situarme
al borde, en el umbral, en la línea que separa lo invisible de lo visible.
-¡Detente!,
dijo la ancestral voz produciendo un eco interior que resuena aún ahora.
–Detén el tiempo y contempla al Uno en este
eterno instante.
Entonces pude vislumbrar la verdad en
la revelación que me permitía dejar de ser. Frente a mí, en ese acto de
apertura, se delineaban sutilmente formas irreconocibles que se combinaban y
disolvían perennemente sin fijación alguna que permitiere la delimitación y el
reconocimiento de lo individual. Colores, estructuras, siluetas, entes que
apenas se mostraban se diluían en la materia intraducible de la que procedían y
a la que volvían. ¿Ese es el mundo, esas son las cosas? No, las cosas no son lo
que se mueve porque nunca se han movido, las cosas son la luz que hace que
parezca que se mueven y que son una y otra vez. La luz.
El mundo surge con la luz. Se va
presentando a la realidad bajo innumerables formas que solo son posibles en
tanto sus cualidades materiales e inmateriales reciban la bendición de su
manto. Las cosas no nacen, se hacen de acuerdo a la manera en que este lumínico
demiurgo va revelando cualidades pequeñísimas de ese gran monstruo infinito que
es la materia de los entes. Luz creadora, luz que revela la espalda de Dios.
Entonces las cosas, el mundo, la
realidad, solo son en tanto que la luz las haga ser. Luego pues, lo real no es.
El mundo es la ilusión creada por efecto de la luz que actúa como el
prestidigitador que muestra lo que no es como ser. Aun la luz misma es ilusión
que genera esta ilusión: la mano del mago es ilusoria y produce una ilusión.
La luz ilusión es un aparecer, su
estado es lo siempre presente pues su ausencia es la no realidad. Pero aparece,
no siempre está, hay algo previo a ella y ese es su origen, su fundamento. El
mundo aparece, emerge desde el vacío como la luz emerge del interior oscuro de
mi ser: la luz no es un estado físico, es un estado del espíritu desconocido.
No hay aletheia, hay apokalipsis
-¡Mira lo que está detrás de tus
parpados!
Verum lumen
Hay
que aprender a ver. Para eso es
necesario dejar de ver, dejar de estar en la ilusión de la luz demiurgo de Yaldabaoth: “yo soy Dios” dice en su
frente, pero sus ojos son todos negros. No hay más poder y fuerza verdadera que
lo que está detrás de este ilusionista: la verdad está oculta detrás de la
cortina negra con la que el mago presenta su acto.
La
revelación se vuelve hacia sí misma y el velo de la realidad cae para dejar su
sitio al vacío. Cuando cerré los ojos todo dejo de ser para ser verdaderamente.
La luz se hizo negra y un nuevo mundo de cosas se abrió a la nueva visión en
las profundidades del abismo del espíritu. Sí, ver ahora es ser ciego; es
reconocer en las no formas las formas verdaderas. La verdad solo se capta
cuando dejamos atrás lo relativo y particular para situar nuestra visión
interna en lo absoluto-vacío de la negación de la luz física para alumbrarnos
con la luz espiritual, que es negra. La no luz permite que la cosa vuelva a su
estado original en las no cosas; yo mismo dejo de ser para ser todo en unidad
solitaria de lo infinito. La oscuridad traga todo porque todo procede de ella.
¿Qué
soy-somos entonces? Eres lo que no eres y lo que nunca fuiste y lo que nunca
serás; eres el principio y el fin, la Nada y el Todo: borra tu imagen en el
umbral de la oscuridad y podrás ser.
-¡Atrévete
a meter la mano en la sombra, atrévete a ser sombra!
Sacrum tenebris
Y
ahí estaba, en un juego de infinitos espejos que devuelven imágenes infinitas,
el ser supremo que era todos los espejos y todas las imágenes porque no era
ninguno de ellos y era todos. Dentro del espíritu, sin límites materiales
porque la materia quedó en la luz; sin forma alguna porque la forma quedo en el
mundo; sin el mundo porque el mundo surge de él.
Oscuridad
sagrada que sin decir dice:
Audit, discite, non video
Escucha, aprende, no veas:
Llama apagada aprisiona la maldad
restaura la destrucción
el asesino porta la resina y el mechero
la gran mujer el cuchillo y la sombra
alimento de los escondites
despunta alrededor de las ramas
brazos secos que gimen desde su interior
tratando de articular un mensaje
que nunca será divulgado
óculo perfecto en el infinito
al ser desgarrado revela su dolor
transmuta en lo transparente
lo que no tiene cuerpo ni sombra
porque todo sombra es
es en lo oculto
su pena es lo umbral
su ser es la oscuridad.
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