jueves, 6 de mayo de 2021

PENA-UMBRA

 

PENA-UMBRA

 


Por Nekromantik

 

“El eón de la verdad no tiene sombra alguna en su exterior, pues la

luz sin límite está omnipresente en él. Pero su exterior es una sombra

a la que llaman oscuridad. A partir de ella una potencia se manifestó

sobre la oscuridad. A esta sombra las potencias que vinieron después

le llamaron «caos infinito». Todo tipo de divinidad fluyó de este caos

con el lugar entero, de forma que también la sombra vino después de

la primera obra. En el abismo se manifestó a partir de la Pistis.”

Sobre el origen del mundo.


 

Falsum lucem

Abro los ojos lentamente. El acto mismo ha requerido un esfuerzo que me ha llevado a situarme al borde, en el umbral, en la línea que separa lo invisible de lo visible.  

          -¡Detente!, dijo la ancestral voz produciendo un eco interior que resuena aún ahora.

           –Detén el tiempo y contempla al Uno en este eterno instante.

          Entonces pude vislumbrar la verdad en la revelación que me permitía dejar de ser. Frente a mí, en ese acto de apertura, se delineaban sutilmente formas irreconocibles que se combinaban y disolvían perennemente sin fijación alguna que permitiere la delimitación y el reconocimiento de lo individual. Colores, estructuras, siluetas, entes que apenas se mostraban se diluían en la materia intraducible de la que procedían y a la que volvían. ¿Ese es el mundo, esas son las cosas? No, las cosas no son lo que se mueve porque nunca se han movido, las cosas son la luz que hace que parezca que se mueven y que son una y otra vez. La luz.

          El mundo surge con la luz. Se va presentando a la realidad bajo innumerables formas que solo son posibles en tanto sus cualidades materiales e inmateriales reciban la bendición de su manto. Las cosas no nacen, se hacen de acuerdo a la manera en que este lumínico demiurgo va revelando cualidades pequeñísimas de ese gran monstruo infinito que es la materia de los entes. Luz creadora, luz que revela la espalda de Dios.

          Entonces las cosas, el mundo, la realidad, solo son en tanto que la luz las haga ser. Luego pues, lo real no es. El mundo es la ilusión creada por efecto de la luz que actúa como el prestidigitador que muestra lo que no es como ser. Aun la luz misma es ilusión que genera esta ilusión: la mano del mago es ilusoria y produce una ilusión.


          La luz ilusión es un aparecer, su estado es lo siempre presente pues su ausencia es la no realidad. Pero aparece, no siempre está, hay algo previo a ella y ese es su origen, su fundamento. El mundo aparece, emerge desde el vacío como la luz emerge del interior oscuro de mi ser: la luz no es un estado físico, es un estado del espíritu desconocido. No hay aletheia, hay apokalipsis

          -¡Mira lo que está detrás de tus parpados!

           

Verum lumen

          Hay que aprender a ver. Para eso es necesario dejar de ver, dejar de estar en la ilusión de la luz demiurgo de Yaldabaoth: “yo soy Dios” dice en su frente, pero sus ojos son todos negros. No hay más poder y fuerza verdadera que lo que está detrás de este ilusionista: la verdad está oculta detrás de la cortina negra con la que el mago presenta su acto.

          La revelación se vuelve hacia sí misma y el velo de la realidad cae para dejar su sitio al vacío. Cuando cerré los ojos todo dejo de ser para ser verdaderamente. La luz se hizo negra y un nuevo mundo de cosas se abrió a la nueva visión en las profundidades del abismo del espíritu. Sí, ver ahora es ser ciego; es reconocer en las no formas las formas verdaderas. La verdad solo se capta cuando dejamos atrás lo relativo y particular para situar nuestra visión interna en lo absoluto-vacío de la negación de la luz física para alumbrarnos con la luz espiritual, que es negra. La no luz permite que la cosa vuelva a su estado original en las no cosas; yo mismo dejo de ser para ser todo en unidad solitaria de lo infinito. La oscuridad traga todo porque todo procede de ella.

          ¿Qué soy-somos entonces? Eres lo que no eres y lo que nunca fuiste y lo que nunca serás; eres el principio y el fin, la Nada y el Todo: borra tu imagen en el umbral de la oscuridad y podrás ser.

          -¡Atrévete a meter la mano en la sombra, atrévete a ser sombra! 

 

Sacrum tenebris

          Y ahí estaba, en un juego de infinitos espejos que devuelven imágenes infinitas, el ser supremo que era todos los espejos y todas las imágenes porque no era ninguno de ellos y era todos. Dentro del espíritu, sin límites materiales porque la materia quedó en la luz; sin forma alguna porque la forma quedo en el mundo; sin el mundo porque el mundo surge de él.

          Oscuridad sagrada que sin decir dice:

Audit, discite, non video

Escucha, aprende, no veas:

Llama apagada aprisiona la maldad

restaura la destrucción

el asesino porta la resina y el mechero

la gran mujer el cuchillo y la sombra

alimento de los escondites

despunta alrededor de las ramas

brazos secos que gimen desde su interior

tratando de articular un mensaje

que nunca será divulgado

óculo perfecto en el infinito

al ser desgarrado revela su dolor

transmuta en lo transparente

lo que no tiene cuerpo ni sombra

porque todo sombra es

es en lo oculto

su pena es lo umbral

su ser es la oscuridad.

 

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