jueves, 8 de junio de 2023

VUELO

 

VUELO

 

Nekromantik

 

 


…Ni siquiera sé cómo ni por qué estoy aquí. Ni tampoco quiero saberlo.

Ahora que el miedo va cediendo poco a poco, junto al dolor siento una tranquilidad que me arropa el cuerpo y el alma. El rojo clavel de sangre que se formó en el pecho, en el costado. muy cerca del corazón, adquiere ahora la tonalidad de un púrpura muy oscuro, casi negro, que me recuerda los inicios de mi vida saliendo de ese fondo abismal de tierra y agua. El cuchillo vive como recuerdo en los bordes lacerados de la herida, diciéndome cosas que ya casi no logro entender.

            Del orificio que chorrea la sangre han brotado múltiples manchas negras que contienen un vacío que ha consumido ya buena parte de mi ser. Mis brazos ya no están, pero aún los siento como una luz apagándose, derritiéndose en el suelo como fragmentos de sensaciones que, adormecidas, penetran al interior de la tierra. Mi pecho empieza a abrirse desde el centro y muestra los fantasmas que han estado conmigo… se escapan haciendo más profundo el vacío abismal.  Inclusive, la fuerza generadora de mi vientre ya flota en el aire como una chispa de fuego que se despega de las ascuas para volar y extinguirse, apagarse, con la lentitud de un minúsculo instante.

            Ahora que mi visión empieza a recobrar las apariencias originarias, mirada de feto ciego en el interior pleno de su ser, puedo ver las cosas que me abandonan y las que abandono. Mi forma de árbol no será más, ni el aire llenando mi cuerpo con el ímpetu de un ave que desliza sus alas en mi interior. ¿Dónde estarán los caminos que he pisado, donde las flores muertas que he besado? ¿los colores sin color serán el dominio, el cielo será el fondo de la cueva? Ya no importa esto, ni lo siento ya dentro de mí.

El círculo negro se va cerrando y en lo oscuro encuentro otros seres, sombríos y profundos que pueden ver todas las cosas, las que fui y las que seré. Mi corazón late cada vez más lento en un fluir azabache, se abre para dejar que la serpiente de las raíces le muerda y le devore al fin; sus pequeños ojos se agrandan y me llenan para que yo sea ellos mismos, soy la visión de esta tumba que se ha abierto en lo ancestral del tiempo.

            Esta última exhalación quiere ser definitiva. La detengo un momento más con el postrer deseo de sentir en los labios las alas de demonio del humo del hashish … veo en ella… vuelo en ella…

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