ANTE UNA TUMBA
Nekromantik
Largo es el día en que
los muertos nos reciben
largo es el camino que
nuestros pies recorren
las lápidas hablan en
lenguas desconocidas
porque el silencio se
apodera de los sonidos
porque las pisadas ya
no hacen eco
ya no tienen donde
sostenerse
largo es el marcharse
en abismos de destierro
largo es el espacio que
separa nuestros cuerpos
miradas pétreas, de
perros guardianes,
acechan los destinos
bajo la sombra de los árboles
de aquellos que se
nutren con la savia putrefacta
con el veneno de la carne
que la diosa ha disuelto
con el néctar de la
sangre que se ha coagulado
la que ya no corre más
la que ha mutado su
esencia en la oscuridad del sepulcro
si hay flores son
marchitas
llenas de tragedia y
lágrimas
bendicen la tristeza y
la angustia
consumen en su morir a
la muerte
blanca mirada que
aniquila
cálida presencia fría
que incita al abismo
al contacto con la
tierra
al penetrar en la
tierra
descansa en paz
reposa en el seno de la
Madre
vuelve a tu estado
original
que ahí te
encontraré
y te amaré por vez
primera
ahí recostada, sin
pudor, sin dolor
con tu espalda
consumida por las raíces
y mis manos de muerto
tocan tu piel de estrella milenaria
suavemente entran en el
interior de tu carne
sin tocarte tocan hasta
tus huesos
y los acarician como un
niño a su más preciado tesoro
fantasma que destruye
la materia y revela lo oculto
y mis labios sin carne
tocan tus labios
sin sentir los muerden
como serpientes
como garras filosas se
desangran en éxtasis de agonía
mis labios vacíos
llenan tus espacios
beben los últimos
instantes de tus visiones
leche amarga de tus
pechos de virgen
sudor y saliva
escondidos en tus entrañas
sal de tus ojos que se
vuelve rosa disecada
mis ojos sin pupilas
recorren tu silueta
acompañan a las sombras
en su penetrarte
en su disgregarte
romper con la forma
sutil de tus caderas
con la limpidez y
mácula de tu propia contemplación
llevar tus limites a
postreros rincones
hacerte una con miles
de difuntos
y ahí, en la tumba,
te amé por vez primera
supe de tu carne y de
tu aroma
aprendí a dejar tu
imagen bajo la llama de la veladora
a perderte para siempre
sentí en mi muerte tu
muerte
y el mundo se quebró en
sus confines
para llevarnos a otro
mundo
donde morir es vivir
entre tu muerte
y vivir es ser tuyo
para morir juntos
para lanzarnos juntos
al deseo de nuestra libido
al deseo eterno de la
solitaria unión en la nada.
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