ELEMENTOS
Nekromantik
Sin estrellas debajo de las manos
no hay guías en el camino.
Cuatro
en la tierra
descansan la cabeza en el musgo.
Los seres de la montaña
acarician suavemente la espina dorsal,
serpiente hembra
que ha sacrificado su veneno
para dar la clave
y penetrar a la cueva.
Oscuridad del fin del mundo,
del inicio de los tiempos.
Alimento de fauces desgarradoras,
sangre de muerto.
Tres
en el agua
alzan la humedad
desafiando a los dioses,
la luna les absorbe hacia el infinito.
El líquido pútrido
brilla en la hoja,
se hace transparente, invisible,
sé consume en lo negro
al completar el ciclo y volver.
Volver a ser de adentro,
del misterio interior
que envuelve todo con humedad.
Dos
en el viento
cuentan historias de víctimas,
traen el sonido de los ancestros,
esos que anuncian la rasgadura.
En cada paso de ascenso
penetran, hacen orificios
y van vaciando la sustancia,
van condensando los dolores,
para hacerlos lágrimas de humo.
Únicamente serán derramadas
cuando se vuelva a ser feto.
Uno
en el fuego
retorna después del viaje,
luz y calor son inútiles.
Una oruga deforme vive en las brasas,
rojas semillas de granada
sé consumen a sí mismas
para purificarse en mariposas.
Efímeras llamas
vuelan
y
mueren.